Rodillos Ánilox

Son considerados como el corazón de prensa, ya que se encargan de entregar y administrar la tinta, que viene siendo la sangre que corre por la máquina, junto con la cámara cerrada y sus componentes hacen gran parte del correcto trabajo de impresión, pero no todo se soluciona con el intercambio de los rodillos ánilox, para subir o bajar aportaciones de tinta en el sustrato, cuando un impresor entra en el juego de cambiar ánilox para poder dar la cantidad de tinta adecuada en cuanto a densidad aplicada, hay un error o una suma de errores de proceso, los cuales hacen perder horas de prensa productiva, material, recurso humano y tintas, además de contribuir al prematuro desgaste de los fotopolímeros, todo esto sumado es DINERO.

Cual es el escenario ideal para los rodillos ánilox en una planta de producción?

Teniendo en cuenta que los ánilox son los únicos accesorios operativos de prensa que no deben ser restituidos constantemente, que su vida útil debe ser lo suficientemente larga para amortizar su valor, y que son elementos de precisión matemática dentro del proceso, estos deben ser tratados con mucho mas esmero que los demás accesorios de la prensa, esto implica tener varias condiciones especiales para ellos y son:

Almacenamiento adecuado: Todos los fabricantes están de acuerdo en la orientación y condición de almacenamiento de los ánilox, esta debe hacerse de manera horizontal, donde los rodillos estén protegidos con un revestimiento que evite los daños por golpes y almacenamiento incorrecto, deben estar de preferencia en la pared, en paneles independientes y siempre recubiertos para evitar daños.

Condiciones de Limpieza: Un ánilox sucio es un proceso poco confiable, la premisa de mantener los ánilox limpios debe ser política de las empresas impresoras, esto supone una estabilidad en la condición de prensa en lo que se refiere a volúmen de aplicación de tinta.

Condiciones de Operación: Los ánilox están diseñados para encajar perfectamente en los brazos de las prensas, forzar a un ánilox a acoplarse en los mandriles de la prensa es síntoma de mala operación de la misma, si se golpea un ánilox en el extremo del lado del operador se puede fracturar la cerámica de la cual está hecho y se pierde por completo el rodillo, ya que se va por completo el recubrimiento cerámico.

Mantener estas tres condiciones es muy sencillo y económico, alarga la vida de los ánilox, protege la inversión del impresor y da tranquilidad a los clientes de tener un proceso estable, controlado y sin desviaciones.

Los ánilox, han tenido en los últimos años un avance tan grande como las prensas, los adhesivos (cushion) y los fotopolímeros, pasando de ser grabados con patrones mecánicos sobre cilindros macizos de acero a ser elaborados con láser sobre cerámica, sea cual sea la elección de tipo, marca y calidad de ánilox escogidos por cada impresor, estos deben ser tratados con el valor que se merecen y no como un objeto desechable, la conservación de los mismos por parte de las empresas, da mucho que decir sobre la calidad de personal que los manipula, sobre los jefes que supervisan directamente su uso y sobre la calidad y confiabilidad de los procesos.